y me fui de viaje a Francia, a buscar a un amigo mío, un niño con el que había jugado el verano pasado y al que echaba mucho de menos. Botando, botando llegué hasta allí, pero mi amigo no venía a buscarme. Sólo veía niños, niñas y ¡balones!, pero a él no.
Como sabía dónde vivía fui hasta su casa, y dando botes como pude me asomé a la ventana. Dentro había un niño vestido de futbolista….¡era mi amigo! ¡Seguro que iba a buscarme! Le daré una sorpresa…..
No hay comentarios:
Publicar un comentario