Somos Jorge e Isma, dos niños a los que nos gusta mucho el Atletismo. Nosotros entrenamos mucho y representamos al cole “Dominicas”. Participamos en muchas carreras como salto longitud, 500m. , 50 m. , lanzamiento de peso y relevos. Cuando empezábamos a competir llorábamos porque no ganábamos. Ahora que somos de los más mayores de los benjamines, ganamos muchas medallas y éste año nos clasificamos para el Campeonato de Asturias .
El pasado sábado día 07 se celebró en las instalaciones deportivas de La Morgal en Llanera, el Campeonato de Asturias de Atletismo en su modalidad de Cross.
Mi compañero Ismael y yo estábamos clasificados para poder participar.
Ese día papá y mamá nos despertaron muy pronto, me costó levantarme de la cama, se estaba muy a gusto tapado con las sábanas, fuera hacía muy mal tiempo, hacía mucho frío, granizaba y nevaba.
Yo no estaba nervioso, lo único que quería era acabar la carrera pronto y hacerlo lo mejor posible, para regresar a casa y taparme con mi mantita preferida en el sofá.
Cuando llegamos al lugar de la carrera, nos encontramos con que había muchísimos participantes con sus familias, todos iban muy abrigados y corrían de un lado para otro esquivando charcos y barrizales.
Después de unos minutos de calentamiento y estiramientos bajo el frío y la lluvia, nos cambiamos de ropa para dirigirnos a la línea de salida.
Había muchos niños de diferentes equipos; unos doscientos cincuenta. Continuamos calentando en la línea de salida haciendo unos “progresivos”, que son carreras cortas simulando la salida de la prueba. El suelo estaba completamente embarrado y muy resbaladizo, era muy difícil mantener el equilibrio y los pies dentro de las zapatillas deportivas, ya que los clavos de éstas, al intentar caminar sobre el barro las dejaban pegadas al terreno y se nos salía el pie.
Los jueces nos hicieron retroceder hasta la línea de salida, todos estábamos muy nerviosos e inquietos esperando el pistoletazo. Son momentos muy tensos, ya que cada niño intenta colocarse lo más adelantado posible haciendo hueco a empujones o con los codos para salir en una buena posición de carrera. Ismael estaba muy cerca de mí, con el cuerpo ya preparado para la salida; una pierna ligeramente adelantada, el tronco un poco flexionado acompañando con los brazos en posición para empezar a correr como alma que lleva el diablo.
Todos nos quedamos en silencio… quietos… y, pummmmm! casi sin darnos cuenta todo estaba ya en marcha. Como siempre; gritos de los papas que animaban a sus hijos, mezclados con chof, chof, chof, de las pisadas sobre el barro, algunos participantes resbalaron y se cayeron, hay que tener mucho cuidado en estos primeros momentos de barullo; niños por los suelos, barro, lluvia, zapatillas sin dueño y, hasta algún calcetín huérfano de su pie. Sobre todo precaución, ya que nos podemos hacer daño al pisarnos con los clavos de las zapatillas.
A medida que iba recorriendo metros de carrera el grupo se fue estirando; los más rápidos nos fueron adelantando y aventajando.
Yo iba pendiente de Ismael que se mantenía unos puestos por delante de mí. El recorrido estaba lleno de grandes charcos con el agua casi congelada, era una sensación muy desagradable meter los pies en esa sopa que llegaba a los tobillos. El aire estaba muy frio, nos dolía respirar, teníamos toda la ropa mojada, el barro y la lluvia nos salpicaba la cara. El cansancio llegó casi a mitad de carrera, pero continuamos corriendo y luchando para adelantar puestos; no está permitido pararse o caminar, bajo pena de ser descalificado. Finalmente llegamos a la recta final, reunimos las últimas fuerzas que nos quedaban e hicimos un sprint que nos hizo cruzar la meta agotados.
Allí nos esperaban nuestros padres que nos abrigaron y nos cambiaron de ropa. Cuando terminó la carrera nos sentiamos tanto Isma como yo muy bien porque ya había acabado el sufrimiento. Fue una pena que no estuviese Óscar Cano que es compañero nuestro en el equipo. Nos gustaría que en la próxima carrera estuviese con nosotros.
Mas tarde hicieron públicos los resultados de la carrera; yo conseguí el puesto 52 e Ismael el 35. Creo que hicimos un buen trabajo y nos esforzamos mucho.
Para poder estar aquí escribiendo esto para vosotros hay que entrenar muchos días con frío y calor, con lluvia, granizo, viento, nieve… y también preparar una estrategia para la carrera y después pensar todo lo hay que hacer para obtener la victoria.
Esperamos que os guste y vayais algún día a vernos o si queréis apuntaros ya sabéis ….atleeeeeeeeeeeeeeeeetismo.
El pasado sábado día 07 se celebró en las instalaciones deportivas de La Morgal en Llanera, el Campeonato de Asturias de Atletismo en su modalidad de Cross.
Mi compañero Ismael y yo estábamos clasificados para poder participar.
Ese día papá y mamá nos despertaron muy pronto, me costó levantarme de la cama, se estaba muy a gusto tapado con las sábanas, fuera hacía muy mal tiempo, hacía mucho frío, granizaba y nevaba.
Yo no estaba nervioso, lo único que quería era acabar la carrera pronto y hacerlo lo mejor posible, para regresar a casa y taparme con mi mantita preferida en el sofá.
Cuando llegamos al lugar de la carrera, nos encontramos con que había muchísimos participantes con sus familias, todos iban muy abrigados y corrían de un lado para otro esquivando charcos y barrizales.
Después de unos minutos de calentamiento y estiramientos bajo el frío y la lluvia, nos cambiamos de ropa para dirigirnos a la línea de salida.
Había muchos niños de diferentes equipos; unos doscientos cincuenta. Continuamos calentando en la línea de salida haciendo unos “progresivos”, que son carreras cortas simulando la salida de la prueba. El suelo estaba completamente embarrado y muy resbaladizo, era muy difícil mantener el equilibrio y los pies dentro de las zapatillas deportivas, ya que los clavos de éstas, al intentar caminar sobre el barro las dejaban pegadas al terreno y se nos salía el pie.
Los jueces nos hicieron retroceder hasta la línea de salida, todos estábamos muy nerviosos e inquietos esperando el pistoletazo. Son momentos muy tensos, ya que cada niño intenta colocarse lo más adelantado posible haciendo hueco a empujones o con los codos para salir en una buena posición de carrera. Ismael estaba muy cerca de mí, con el cuerpo ya preparado para la salida; una pierna ligeramente adelantada, el tronco un poco flexionado acompañando con los brazos en posición para empezar a correr como alma que lleva el diablo.
Todos nos quedamos en silencio… quietos… y, pummmmm! casi sin darnos cuenta todo estaba ya en marcha. Como siempre; gritos de los papas que animaban a sus hijos, mezclados con chof, chof, chof, de las pisadas sobre el barro, algunos participantes resbalaron y se cayeron, hay que tener mucho cuidado en estos primeros momentos de barullo; niños por los suelos, barro, lluvia, zapatillas sin dueño y, hasta algún calcetín huérfano de su pie. Sobre todo precaución, ya que nos podemos hacer daño al pisarnos con los clavos de las zapatillas.
A medida que iba recorriendo metros de carrera el grupo se fue estirando; los más rápidos nos fueron adelantando y aventajando.
Yo iba pendiente de Ismael que se mantenía unos puestos por delante de mí. El recorrido estaba lleno de grandes charcos con el agua casi congelada, era una sensación muy desagradable meter los pies en esa sopa que llegaba a los tobillos. El aire estaba muy frio, nos dolía respirar, teníamos toda la ropa mojada, el barro y la lluvia nos salpicaba la cara. El cansancio llegó casi a mitad de carrera, pero continuamos corriendo y luchando para adelantar puestos; no está permitido pararse o caminar, bajo pena de ser descalificado. Finalmente llegamos a la recta final, reunimos las últimas fuerzas que nos quedaban e hicimos un sprint que nos hizo cruzar la meta agotados.
Allí nos esperaban nuestros padres que nos abrigaron y nos cambiaron de ropa. Cuando terminó la carrera nos sentiamos tanto Isma como yo muy bien porque ya había acabado el sufrimiento. Fue una pena que no estuviese Óscar Cano que es compañero nuestro en el equipo. Nos gustaría que en la próxima carrera estuviese con nosotros.
Mas tarde hicieron públicos los resultados de la carrera; yo conseguí el puesto 52 e Ismael el 35. Creo que hicimos un buen trabajo y nos esforzamos mucho.
Para poder estar aquí escribiendo esto para vosotros hay que entrenar muchos días con frío y calor, con lluvia, granizo, viento, nieve… y también preparar una estrategia para la carrera y después pensar todo lo hay que hacer para obtener la victoria.
Esperamos que os guste y vayais algún día a vernos o si queréis apuntaros ya sabéis ….atleeeeeeeeeeeeeeeeetismo.
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