me lanzaron tan alto que de nuevo...¡calle abajo! y entonces ya no me vino a buscar nadie. Rodé calle abajo sin pararme . Pasó mucha gente a mi lado pero no se preocuparon en pararme. Cogí tanta velocidad que cuando me choqué contra el bordillo me desmayé. Al despertar vi que estaba de nuevo con los chicos. Estaban subiendo por las escaleras.¡me alegré tanto que casi exploto de la alegría ! Al día siguiente me pasó lo del día anterior pero muchas mas veces . No me importa llevar patadas porque estaba con mi dueño . Pero un día me caí y no subí mas . Resulta que siempre me subían las mismas personas , pero se día no pasaron y rodé y rodé pero nadie me cogió . Un niño se acercó a mí , miró hacia los lados y como no vió a nadie me cogió y le fué a preguntar a su madre:_mamá ¿ Me lo puedo quedar? Su madre le vió tan contento que dijo :_ Si anda.Al rato comprendí que yo era su único juguete. a partir de ese día que felices eramos...
María.
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