domingo, 20 de diciembre de 2009

LA HISTORIA DEL BALÓN DE ÁLVARO .CAPITULO 0

TILIN TILIN TILIN. La campana del recreo por fin suena por los pasillos. Todos los niños se ponen nervioso, todos se mueven a la vez. David me coge en sus brazos mientras Oscar se acerca al profesor y le dice. -"Nacho ¿podemos bajar el balón al patio?- El profesor mira por la ventana y tras comprobar que el patio ya no estaba mojado le responde. -¿qué sería de vosotros si hoy no os dejase bajarlo...? anda cógelo y vamos.
!OH Nooo! era mi única oportunidad ahora me van a dar cientos de patadas durante media hora. ¿por qué no jugarán a voleybol? así me tratrían con más cariño !y no a patadas!.
Como siempre David había bajado las escaleras como un rayo y ya estaba corriendo al lado de Ismael hacia el patio, alli pusieron sus mandilones como porterías y comenzaron a pasarme de uno a otro. En menos de tres minutos ya estaban alli todos los niños y niñas de las dos clases preparados para comenzar el partido de todos los días. A contra B. -"¿Empezamos ya?"- gritó Sergio a sus compañeros. Gonzalo e Iván se colocaron en el medio del patio y comenzó el partido. Se acercó Rodrigo he hizo un pase en profundidad a Sergio sin darse cuenta que muy cerca de ellos estaba Ingrid para cortar el pase. Me dió una patada tan fuerte que subí unos 15 metros. Que pequeños parecían todos desde esta altura. Pero enseguida esos momentos de tranquilidad y sosiego volví a bajar y !otro patadón! Esta vez fué Raúl! Sólo habían transcurrido 12 minutos y ya iban 7 a 5. Santi que era el único niño que no le gustaba jugar al fútbol, observaba a sus compañeros desde la valla. Era mi oportunidad acercarme a él para que me dejen un poco en paz. Aproveché un mal tiro de Edu y me fui rodadando hasta los pies de mi salvador. "- Santi Santi-" corearon sus compañeros -" pasa el balón, el balón"-gritaba Marcos. Santiago se agachó me cogió con las dos manos del suelo mientras me miraba con extrañeza. -"Al fin alguien que me trata con cariño"- pensé, pero me equivoqué. Sin más,me volvió a tirar al aire y cuando estaba a punto de caer al suelo me dió la mayor patada que nadie me habia dado en ese patio. Volé y volé hasta pasar la valla del colegio. -"!Era libre libre"- pensaba mientras caía rodadando por la calle Don quijote...

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