sábado, 17 de octubre de 2009

Las vacaciones de Álvaro



Estuve en casa de mis abuelos yendo al parque o a la playa por las mañanas; eso sólo al principio. Tiempo después fui a la Escuela de Futbol de Mareo, entrabas a las 9:00 y salías a las 20:30; con dos horas de descanso y lo demás entrenamientos; ¡lo bueno es que había una gincana y concursos de PS2, scalextric, ping-pong, futbolín y placa-bill!
También fui a Blanes, donde sus playas desprendían rocas como pizarras; el hotel tenía una piscina preciosa y la comida estaba rica, como nos aburríamos un poco fuimos a un minigolf, era caro pero merecía la pena, ¡porque en un hoyo entrabas en una cueva y en otro había tres agujeros donde con unos tubos salía la bola a otro sitio donde estaba el hoyo!; de los dieciocho hoyos ganó mi padre con 61 golpes. Mucho después fue el partido contra el Oriamendi donde jugaba Sergio, quedamos empatados a dos goles. Y, por último, hice una ruta llamada la Olla de San Vicente que acababa en una especie de lago donde te podías bañar ¡pero el agua estaba fría!
Este verano ha sido divertido, me gustaría repetirlo.

Álvaro

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