Esta semana descubrí un juego que me gustó mucho, es el juego de las chapas, primero hay que dibujar con tizas un recorrido en el suelo, se pueden poner trampas o atajos, después cada uno coge una chapa y tira tres veces, si caes en una cruz se vuelve a empezar y gana el primero que llega a la meta sin salirse del circuito, yo gané a nuestro profe. Nacho nos contó que cuando el era niño y para tapar la foto que ponía en la chapa lo hacía con un cristal que tenía que dejar redondo. Yo juego con una chapa que tiene mi cara y me da suerte. Probar a jugar, es fácil y mola mucho.
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